7/2/10

227. Unha vida mellor


"... refirió a sus amigos que hacía tiempo que no tenía sueños ni pesadillas, tan grande era el espacio que ocupaban sus pensamientos mientras dormía. Aquello no era vida, con tanto pensar, con la conciencia en estado de continua tumescencia. Ahora quería ser un poco inconsciente, prescindir en la medida de lo posible de las causas, de las verdades, de la realidad... Estaba harto de su agudo sentido de la observación, que le daba una imagen cínica de las relaciones humanas. Quería vivir, ignorar la realidad de la vida, vivir sin más.
Recordó a sus alarmados amigos su intento de convertirse en un alcohólico y su proyecto de suicidio abortado. La estupidez era su última posibilidad de salvación. Todavía no sabía como proceder, pero prometió dedicarse en cuerpo y alma a convertirse en un estúpido..."

"... no quería ser un imbécil redomado, sino diluir su inteligencia en esa aleación que es la vida, procurar no analizarlo y desmenuzarlo siempre todo. Su mente había sido siempre un águila de mirada certera, de garras y pico afilados. En lo sucesivo, le enseñaría a ser una majestuosa grulla, a planear y a dejarse mecer por los vientos..."


(Cómo me convertí en un estúpido, Martin Page)


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